Ideal para detectar fugas en jeringas precargadas, este sistema también concoido como analizador de fugas para jeringas precargadas, se especializa en identificar microgrietas y porosidades, especialmente en áreas críticas como las líneas de unión y la zona del émbolo. Su alta sensibilidad lo hace perfecto no solo para jeringas, sino también para otros envases inyectables que requieren un control riguroso de la integridad del cierre. El proceso de inspección es totalmente no destructivo, lo que permite verificar tanto el cuerpo como los sellos sin afectar el contenido ni dañar el envase.
Primero, las jeringas precargadas se colocan cuidadosamente en posición mediante un sistema de guía especialmente diseñado que las orienta hacia el tornillo de alimentación. A partir de ahí, un mecanismo rotatorio se encarga de alinearlas con precisión para que pasen por diferentes estaciones de inspección. En cada una de estas etapas, se aplica tecnología de descarga de alto voltaje que analiza con detalle zonas clave de la jeringa como el cuerpo, el extremo de sujeción y la punta siguiendo parámetros previamente definidos por el usuario. Al finalizar el proceso, un sistema automatizado se encarga de separar las jeringas defectuosas de las que cumplen con los estándares, garantizando así una línea de producción segura y eficiente.
Este innovador método permite identificar pequeñas fugas en jeringas precargadas sin necesidad de dañarlas. Lo logra detectando cambios en la conductividad eléctrica cuando hay un microdefecto, la resistencia disminuye y se genera una corriente más alta de lo normal. Esa señal se compara con un valor de referencia para saber si la jeringa tiene alguna falla. Todo el proceso es rápido, seguro y no altera el contenido ni el envase.
Incorporar una solución HVLD en tu línea de producción es una forma eficaz de garantizar que cada jeringa cumpla con los más altos estándares de seguridad y calidad. Reduce errores humanos, evita desperdicios que generan las pruebas destructivas tradicionales y disminuye el riesgo de retiros del mercado. Además, mejora la trazabilidad y asegura que los pacientes reciban exactamente la dosis que necesitan, con total confianza.
Claro que no. El sistema utiliza pulsos de baja energía y exposiciones muy breves. No hay contacto directo con el líquido, ni se alteran sus propiedades. Las jeringas que cumplen con los estándares permanecen intactas durante toda la inspección. Es un método seguro tanto para el envase como para el medicamento que contiene.
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