Equipos de prueba de fugas
En 2012, Z-Zone logró un acontecimiento importante al lanzar la primera máquina de prueba de fugas fabricada íntegramente en China, con un diseño propio que incluye desde la estructura mecánica hasta el sistema eléctrico y la fuente de alimentación de alta frecuencia y alto voltaje. Actualmente seguimos siendo el único fabricante nacional que ha desarrollado de forma independiente su propio sistema de alimentación de alto voltaje para este tipo de tecnología. Además, contribuimos activamente a la creación de la norma industrial china para equipos de prueba de fugas (JB/T20170-2016).
Nuestras máquinas para prueba de fugas cuentan con un sistema de control totalmente automatizado que se encarga de manjear todo el proceso: desde la alimentación de botellas hasta la detección de fugas y la clasificación final. Gracias a esta automatización, se minimizan los errores humanos y se evita el riesgo de contaminación por manipulación. El equipo funciona eficientemente, alcanzando velocidades constantes de hasta 600 botellas por minuto.
Nuestros sistemas de inspección no solo detectan defectos, también ofrecen una supervisión continua del proceso y recopilan datos clave para su análisis. Esto les brinda a los fabricantes farmacéuticos una herramienta poderosa para asegurar la calidad en cada etapa y mantener una trazabilidad precisa. Gracias a esta información en tiempo real, es posible anticiparse a fallos, tomar decisiones rápidas y optimizar los procesos para lograr productos más seguros y confiables.
La estructura del equipo ha sido pensada para brindar máxima protección durante su uso: cuenta con cubiertas de resguardo, botones de parada de emergencia y un diseño que cumple con estrictas normativas de seguridad eléctrica y mecánica. Gracias a esta ingeniería cuidadosa, el funcionamiento es estable y se minimizan los riesgos operativos. Los equipos de prueba de fugas también conocidos como analizadores de fugas desarrollados por Z-ZONE ya están en funcionamiento en más de diez países, incluyendo Rusia, Indonesia, Irán, Colombia, Pakistán y Malasia, donde respaldan a la industria farmacéutica a preservar la integridad de sus envases, al mismo tiempo que optimizan la eficiencia y uniformidad en los procesos de inspección.
¿Cómo detectan fugas sin comprometer el envase?
Estos equipos están diseñados para realizar pruebas de integridad sin tocar el contenido ni dañar el envase. Lo logran mediante una tecnología llamada detección de fugas por alto voltaje (HVLD), que funciona aplicando señales eléctricas a través de electrodos colocados en el exterior del envase. Como no hay contacto físico con el líquido ni con el interior del envase, se elimina el riesgo de contaminación, manteniendo intacta la muestra inspeccionada.
¿Es fácil de operar este sistema de prueba de fugas?
Claro que sí. Están equipados con una interfaz HMI (interfaz hombre-máquina) fácil de usar, que permite manejar todo el proceso de manera clara e intuitiva. Incluso el personal con poca experiencia técnica puede realizar las pruebas de forma eficiente, gracias a los indicadores visuales y controles guiados que facilitan cada etapa de la operación.
¿Qué tan pequeños pueden ser los defectos que detecta?
Este tipo de equipos tiene una sensibilidad notable ya que es capaz de identificar fisuras diminutas o microperforaciones de apenas 0.2 micras, dependiendo de factores como el tipo de envase y la conductividad del líquido contenido.
¿Qué tipo de fallas puede encontrar en las bolsas intravenosas?
Los sistemas diseñados para bolsas intravenosas (IV) son eficaces en detectar problemas que pueden pasar desapercibidos a simple vista, como microporos desde 0.1 micras, uniones mal selladas en los bordes y zonas frágiles cerca de los tubos o conexiones. Son ideales para revisar bolsas flexibles que contienen grandes volúmenes de soluciones inyectables, garantizando así la seguridad del producto antes de su distribución.